Las garras de la envidia volvieron a atacar,
dos líricas golondrinas abandonan su nidal
prefieren irse lejos a tener que tolerar
abusos denigrantes y dejarse irrespetar.
Los colmillos de los juicios volvieron a triunfar
y los inquisidores crueles quemaron a dos más,
ah mundo disparate cuando has de contemplar
sin rabias, sin envidias, a aquel que echó a volar
hundiendo al que se supera nunca hay victoria real,
la única victoria es librarse de ese mal
que carcome nuestras mentes con recelos y soberbias.
El único camino al verdadero crecimiento
es vencerse a sí mismos,
los atajos de la envidia y la soberbia,
los atajos del recelo y el desplante
son calles ciegas, callejones sin más salida
que el hundimiento del navío
en que viajamos todos....
Por muchas piedras que le lances a aquél que vuela alto, jamás le superarás
dos líricas golondrinas abandonan su nidal
prefieren irse lejos a tener que tolerar
abusos denigrantes y dejarse irrespetar.
Los colmillos de los juicios volvieron a triunfar
y los inquisidores crueles quemaron a dos más,
ah mundo disparate cuando has de contemplar
sin rabias, sin envidias, a aquel que echó a volar
hundiendo al que se supera nunca hay victoria real,
la única victoria es librarse de ese mal
que carcome nuestras mentes con recelos y soberbias.
El único camino al verdadero crecimiento
es vencerse a sí mismos,
los atajos de la envidia y la soberbia,
los atajos del recelo y el desplante
son calles ciegas, callejones sin más salida
que el hundimiento del navío
en que viajamos todos....
Por muchas piedras que le lances a aquél que vuela alto, jamás le superarás
No hay comentarios:
Publicar un comentario