Buscar este blog

sábado, 7 de junio de 2008

La cita.

El oleaje se balancea,
como cuna navegándose a sí misma
en esta tórrida tarde tropical,
entre lilas y rosados,
entre púrpuras y escarlatas;
y yo te espero en la orilla de un deseo continental y oceánico.
Te imagino legendaria,
bronceada y melindrosa,
cadereando maliciosa sobre arenas diamantinas,
en ese hilo dental que nada esconde,
pequeña piececilla de tela
que resalta e insinúa tu figura y tu belleza.

Ante tanta sensualidad,
¿qué podría hacer yo,
además de atosigarme entre bisbiseos y palabras entrecortadas?
Pero llegas tan vestida
que no entiendo cómo no te sofocas
bajo esta modorra bochornosa.

El oleaje se balancea
bajo tu enagua de panal y de colmena,
como arrullo de una luna que ha perdido sus esferas
y te espía desde el agua,
buscando;
entre tus piernas, sus estrellas.
Yo te observo en la distancia,
deleitado con tu marcha seductora y elegante,
tú te acercas dibujando muchos soles en tus labios.

Y qué bella es tu sonrisa de gaviotas y de perlas,
y qué hermosa es tu mirada de delfines y centellas.
Si me abrazas
te prometo un arco iris de jazmines y caléndulas,
si me besas
te aseguro un tornado de caricias y de huellas..

No hay comentarios: